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Tierras y medios para el cultivo de marihuana

tierraLos medios de cultivo son lo que comúnmente venimos a llamar tierra. Desde la tierra que se puede aprovechar de una maceta vieja hasta la más sofisticada mezcla inorgánica usada en cultivos hidropónicos en los que el alimento es suministrado de forma medida en el agua a través de ingeniosos sistemas de riego automatizado . En un primer sistema no se querrá utilizar algo tan complicado, pero tampoco algo de tan pocas garantías. Todo lo que se use debe estar esterilizado y no se deben utilizar tierras viejas ó provenientes del exterior, pues pueden tener plagas, (se puede hervir la tierra aunque es muy trabajoso). Las mezclas para plantas de interior que venden empaquetadas suelen estar esterilizadas. (Debe indicarlo). Lo ideal es hacerse uno la propia mezcla comprando los materiales por separado. Podríamos definir tres características básicas de los materiales a utilizar en una mezcla para cultivar marihuana: 1. Nutriente, que aporte los elementos que la planta necesita para su desarrollo. 2. Retenedor de agua, que permita que el agua sea absorbida o sé a adhiera a su superficie 3. Aireador drenador, que permita que el agua drene con facilidad y evite que la mezcla sea muy compacta. El medio ideal estaría compuesto de una mezcla que combinase bien los tres elementos. Los diferentes medios de cultivo se dividen en orgánicos e inorgánicos: Materiales Orgánicos Sustrato vegetal: “tierra” preparada para plantas de interior basándose en materia vegetal en descomposición. Tiene mucho alimento y también retiene mucha agua, pues le añaden retentores de humedad. Por si sola no tiene buena aireación ni drenaje, pero es un buen nutrientes para añadir a la mezcla. Turba de spagnum: excelente nutriente y retentor. La mayoría de las turbas que se comercializan, son de spagnum, y es uno de los componentes de los preparados para plantas antes mencionadas. Humus de lombriz: es literalmente producto de lombrices de tierra. Es un gran nutriente y un elemento idóneo para una mezcla. No retiene la humedad con facilidad. Aplicando una labor de humus por encima de la mezcla mantiene seca la superficie, pues al regar flota y vuelve a posarse al ser absorbida el agua. Abonos orgánicos: están compuestos de materia orgánica de origen animal (estiércol) ó vegetal en descomposición. Hay varios tipos, el “steer manure”, el “compost”, etc. Son excelentes nutrientes pero no suelen estar esterilizados (pueden llevar huevos de insectos, esporas o semillas de malas hierbas). Su olor no es muy agradable y no posee un gran drenaje. Existen preparados esterilizados de igual origen que nos darán más garantías. Pueden hacer muy compacta la mezcla si se usan en exceso. Materiales Inorgánicos Muchos de estos materiales fueron ideados como aislantes para la industria y luego vistas sus características, fueron utilizados en jardinería. Algunos de ellos deben ser manejados en mojado, pues el polvo que desprenden es nocivo. Ninguno de los materiales que describiremos a continuación contiene nutrientes. Perlita: vidrio expandido, forma pequeños gránulos blancos, que se desmenuzan al presionarlos. Es muy ligera y drena muy bien el agua aunque permite que una parte de esta se adhiera a su irregular superficie. Aporta una buena aireación. Es un gran componente. Manejar mojada. Vermiculita: mica expandida al calor. Retiene el agua en sus fibras, en gran cantidad permitiendo a la vez una buena aireación. Es muy ligera pero no permite un gran drenaje. Es un aislante térmico y se comercializa en tres tamaños, el más fino se usa para germinación y clonación como medio principal. Los más gruesos se usan en las mezclas. Manejar mojada. Arlita: bolas de arcilla expandida que permiten una gran aireación y un buen drenaje, aunque retiene algo de humedad. Se utiliza en las mezclas y como fondo de drenaje. Lava o piedra volcánica: tiene las mismas características que la arlita, pero pesa mucho más. Quizá retenga más humedad pues su superficie es más porosa. Arena gruesa: de la que se usa en jardinería, para acuarios, o incluso de la que se usa en construcción, aunque debe ser lavada. Tiene las mismas características que la vermiculita pero con mayor drenaje y mucho más peso. Lana de roca (rockwool): también es un aislante termo-acústico. Es fibra de vidrio de color amarillo. Se utiliza como medio único en hidropónicos y no suele formar parte de las mezclas. Retiene el agua y permite buena aireación lo que hace que sea un buen medio de germinación. La lana de roca tiende a dosificar el agua por lo que es conveniente regar con un PH bajo para equilibrar y añadir al agua el alimento. Es un medio muy práctico si se usa con conocimiento, y sería un primer paso en el cultivo de plantas sin tierra (hidroponico). Las mezclas propuestas a continuación llevan entre un 40-50% de materia orgánica y un 50-60% de inorgánica, evitando tener que abonar en las primeras semanas. Los materiales inorgánicos son reciclables, e incluso las mezclas si se las limpia de raíces y se les añade nueva materia orgánica. 3 Partes de (humus de lombriz, turba y/o substrato) a elegir o combinar. 2 partes de (perlita, arlita o piedra volcánica) 1 parte (vermiculita o arena) Es muy conveniente añadir una taza de polvo de dolomita (carbonato de calcio y magnesio) por cada 10 litros de mezcla, ayuda a estabilizar el PH y aporta magnesio de forma lenta, cosa que conviene para el desarrollo de la planta. Si no se dispone de dolomita, se pueden añadir sales de magnesio. Otras mezclas podrían ser: turba-perlita o turba-arlita al 50%, se podría usar humus en vez de turba o combinar los cuatro a partes iguales. En definitiva toda mezcla tiene que cumplir las cualidades antes mencionadas, variándolas ligeramente en función de lo asiduo que se quiera regar o del tamaño de los recipientes.

Trips en el cultivo de cannabis

Dibujo Los trips son una de las plagas más habituales dentro de los cultivos de cannabis, especialmente en los cultivos de interior y en invernaderos, aunque cada vez son más los casos de infección en cultivos en exterior. Los trips son los insectos alados más pequeños que existen y ello se debe en gran medida a su facilidad de contagio. En su etapa adulta tienen forma alargada, las hembras suelen medir 1,2 mm de longitud y los machos 0,9 mm, con dos pares de alas plumosas replegadas sobre el dorso en estado de reposo. Los huevos son reniformes, de color blanco hialino y de unas 200 micras de longitud, encontrándose insertados dentro de los tejidos vegetales.

De entre las distintas variedades de trips, la especie que ataca a las plantas de marihuana es la variedad Frankliniella Occidentalis: “Trip occidental de las flores”. El trip de las flores es originario de California y fue introducido en la península, concretamente en Almería, en 1986, causando daños en algodonero a través del material vegetal importado desde Holanda a partir de mediados de los 80, y actualmente acapara una gran importancia en cuanto a daños se refiere, dado que tiene un elevado número de cultivos huéspedes y plantas adventicias. Por lo que se refiere al mundo del cannabis ha sido a partir de finales de los años 90 cuando hemos tenido noticia de los primeros contagios.

Trips en el cultivo interior: En cultivo de interior la plaga de trips, aunque no es muy agresiva, se muestra muy persistente y al igual que con la araña roja, lo primero que podemos observar es la sintomatología que en el caso del trip se presenta como unas pequeñas galerías de entre uno y dos milímetros en las hojas, que son los orificios que hace el trip al chupar y al mismo tiempo donde hace la puesta de los huevos. Como no es una plaga extremadamente agresiva es difícil que la planta acabe muriendo, con las condiciones adecuadas (temperaturas entre 24º y 28º C y humedades medias) si que puede llegar a diezmar significativamente la producción. Estas galerías se van acumulando y finalmente la hoja se decolorea y adquiere un aspecto plateado.

Trips en el cultivo exterior: En cultivo exterior no se están dando por el momento grandes problemas en el cultivo de cannabis. Se encuentran algunas plantas con hojas afectadas pero en pocas ocasiones esto se convierte en un grave problema a la hora de la cosecha.

Prevención de trips: -Colocación de bandas adhesivas azules antitrips en los cuartos de cultivo que atraparán algunos trips y nos avisarán de la aparición de la plaga. -En cultivo exterior o invernadero, mantener libres de hierbas las proximidades de las plantas ya que estas hierbas sirven de refugio a los trips que luego pasan a nuestro cultivo.

Los trips y la lucha biológica: -Tratamiento con piretrinas naturales. Expelex. -Suelta de ácaros depredadores: Ambliselius cucumeris o Ambliselius degenerans y también puede usarse el chinche Orius laeviatae

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Dibujo.jpg2
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amblyselius cucumeris
amblyselius degenerans
orius laeviatae

Los trips y la lucha química: -Se muestra muy efectivo en la lucha contra el trip el insecticida Confidor de Bayer .

Cultivo del Marihuana: Abonos y Nutrientes

nutrientes Las plantas necesitan para su crecimiento el aporte de una larga lista de elementos químicos de los cuales la planta se nutre y desarrolla. Estos se dividen en dos grandes grupos, los Macro elementos y los Micro elementos.

Macro elementos: Que se dividen a su vez en primarios: Nitrógeno N, Fósforo P y Potasio K. Siempre vienen enunciados por este orden (N-P-K, Nitrógeno, Fósforo y Potasio). Son los más consumidos por las plantas y, los macro elementos secundarios, el Magnesio Mg y el Calcio Ca y Azufre S .

Micro elementos (Oligoelementos): hierro, manganeso, boro, cloro, cobalto, cobre, molibdeno y cinc. El abono que utilicéis para vuestras plantas tiene que contener estos elementos, de no ser así se pueden añadir por separado. Los abonos y fertilizantes en general, sean de origen químico (industrial) u orgánico (natural), llevan marcados tres números indicando los porcentajes de los tres elementos primarios siguiendo este orden establecido: N-P-K, Nitrógeno, Fósforo y Potasio. Ejemplo (15-30-15) ó (2-1-1).

En la fase de crecimiento los abonos deben tener un alto contenido en nitrógeno, o lo que es lo mismo un primer número mayor que el segundo ejemplo. (10-5-5). Suelen venir comercializados como abonos de crecimiento.

En la fase floración los abonos deben tener un aporte de fósforo mayor al de nitrógeno y en este caso ser el segundo numero el mayor ejemplo (5-10-5) Suelen venir comercializados como abonos de floración.

El tercer número, el potasio, siempre tiene que estar presente en una proporción considerable. En todos los abonos debe venir especificado su contenido en nutrientes. Algunos cultivadores usan un mismo fertilizante para todo el ciclo con igual número de N, P y K, por ej. (20-20-20), pero no se aconseja.

Los abonos pueden ser de absorción lenta o rápida, y vienen en distintas formas: solubles en el agua de riego, mezclables en la tierra, de aplicación superficial o de aplicación foliar mediante un pulverizador. Se recomienda los de absorción lenta para los cultivos de exterior, puesto que son de aplicación más simple y segura. Se pueden ir aplicando capas superficiales de humus o turba durante todo el proceso y con los sucesivos riegos los nutrientes irán penetrando en la tierra y las raíces. La mayoría de estos abonos y fertilizantes son de origen orgánico y se mezclan con la tierra, que forma el medio de plantación. Los abonos de asimilación lenta además de ser más fáciles de trabajar tienen menos riesgo de sobre fertilizar el medio. Suelen ser ricos en nitrógeno y serán un primer soporte para la primera fase del crecimiento, con lo que el primer abonado ya vendrá cuando las plantas tengan cierta altura. Medios muy bien preparados con buena turba y humus de lombriz aseguran un aporte que nos puede evitar abonar hasta casi el final de la fase de crecimiento vegetativo.

Se recomienda para macetas e interiores los abonos solubles en agua que son de asimilación rápida. Puesto que es muy facil y nada agradable la sobre fertilización, es recomendable regar si es preciso más a menudo con dosis mas diluidas, en lugar de hacerlo de manera más concentrada y menos asidua. Cuanto más pequeños sean los recipientes más preciso tendrá que ser el riego y el abonado y más riesgo habrá de sobre fertilizar o de que la planta pase sed. Por eso se deberán usar las medidas recomendadas por cada fabricante con la mayor exactitud posible, y tener muy en cuenta el nivel de PH en el agua puesto que esto también afectara a la capacidad de absorción de la planta. Un pequeño exceso de abono provoca que se quemen las puntas de las hojas, adquiriendo estas primero un verde muy intenso, para luego ir desmejorando y prácticamente quemándose algunas de ellas parcial o totalmente. Si la sobre fertilización es severa, la planta entera se quemará, curvándose las hojas hacia adentro. Una sobre fertilización ligera puede remediarse en parte, aclarando la planta bajo un grifo y dejando correr el agua que vaya drenando un buen rato. Sería una forma de lavar la tierra de las sales tóxicas que se forman al no poder ser absorbido el fertilizante allí acumulado.

De todas formas hace falta hacer un diagnóstico para saber el porqué de, el mal aspecto de una planta, otras cosas como falta de aire o de luz, o alguna plaga no fácil de detectar a simple vista pudieran ser la causa. Se recomienda no abonar durante el última sema o diez días para limpiar la planta de los nutrientes químicos, que la planta viene absorbiendo durante el cultivo.

Iluminacion en los cultivos de cannabis

bombillaDurante muchos años se han utilizado los fluorescentes para el crecimiento de plantas sin sol. Después se utilizaron lámparas de vapor de mercurio, aunque sin grandes mejoras. Desde la aparición de las lámparas de alta presión: las de vapor de sodio (HPS) y las de halogenuros metlicos(MH), que suelen utilizarse en el alumbrado público (autopistas, parques, estadios, etc. ), las demás se han quedado anticuadas, aunque los fluorescentes se pueden seguir utilizando. (son idóneos para la fase del crecimiento en las plantas de cannabis). Las luces incandescentes y las halógenas, no son de nuestro interés. No dan el espectro adecuado y si mucho calor y consumo. Las del tipo MH, son ideales para crecimiento vegetativo y son aptas para germinación y clonación (esquejes). Dan una luz generalmente blanca, existiendo diversos tonos. Las del tipo HPS, son ideales para floración y aptas para crecimiento. Suelen dar una luz de color anaranjado, aunque ya se han obtenido nuevas tonalidades, incluso el sodio blanco. Los fluorescentes del tipo cool white (color 33) y los del tipo gro-lux, son ideales para clonación y germinación. Si no hay más remedio, con cualquier lámpara de alta presión o incluso con un buen montaje de fluorescentes, se puede realizar todo el ciclo. Las potencias de éstas lámparas (HP) son de 150, 250, 400 y 1000 W. Las diferencias de precio entre una de menor potencia y otra de mayor, son mínimas, en cambio los resultados son muy distintos. No son recomendables potencias menores a 250 W. Las lámparas de alta presión llevan balastos muy pesados y deben estar bien sujetas con cadenas o poleas. Se pueden montar los balastos aparte, y sólo sujetar la pantalla y la bombilla a una polea, dado que la luz deber ir subiendo a medida que las plantas crezcan. Es imprescindible consultar con un especialista para saber instalar bien una lámpara de estas características, si no se tienen conocimientos sobre electricidad. Conviene esta advertencia, mas por el peligro que entraña una instalación mal hecha, que por la complejidad del montaje que no es tal. Para lograr un rendimiento parecido a una HP a base de fluorescentes, se requerir un montaje bastante pesado y de difcil manejo. Hemos de pensar que un watio de luz de una lámpara de alta presión da más luz que un watio de luz fluorescente. Hay soportes con movimiento circular o lateral donde se instalan una o varias lámparas, logrando doblar el área de plantación, aunque son costosos. Las lámparas MH, requieren funcionar en horizontal alterando su rendimiento las inclinaciones, sería conveniente usar un nivel de obra. Algunos modelos funcionan en vertical, pero con menor rendimiento. Luces recomendadas: Bombilla de sodio PHILIPS SON-T AGRO 400W, ideal para crecimiento y floración. Bombilla de sodio PHILIPS SON-T 400W PIA PLUS, ideal para floración. Estas dos bombillas, pueden ir montadas en un kit con pantalla y balastro, ideal para un área de 180x60 cm (SGR 200 de PHILIPS) Bombilla de halogenuros metálicos PHILIPS HPI-T 400W, con kit (soporte + pantalla + balastros) MGR 300 de PHILIPS. En caso de usar fluorescentes que no sean los anteriormente recomendados, debemos pensar que los azules o fríos son más aptos para crecimiento y los rojos o cálidos son para floración. En el sistema que más adelante se explicará, se iluminarán dos áreas de 180x60 cm. Una de crecimiento, iluminada con una HPI de 400 W. con un montaje de cuatro fluorescentes de 120 cm y dos redondos de 30 cm para los laterales. Y la otra área, iluminada con una HPS tipo SON-T de 400 W. Las distancias recomendadas desde la luz hasta las puntas de las plantas dependen del tipo y la potencia de la lámpara: usando fluorescentes la distancia se mantendrá entre 5 y 15 cm. La distancia para una HPS de 400 W. se mantendrá entre 50 y 60 cm. Algunas especies aguantan menos distancia, pero si las hojas superiores se doblan hacia arriba, es que, están demasiado cerca de la luz. Las necesidades lumínicas de la marihuana, según Rosenthal, son de entre 1000 y 3000 lumens por pie cuadrado a la distancia recomendada. Fuente: http://cogollo.net/cultivodeinterior/iluminacionplantas.php

Condiciones ambientales, en el cultivo interior de marihuana

im. clima Es importante conocer las condiciones climatológicas que queremos crear a la hora de escoger la ubicación ideal para el cultivo de interior. Las plantas de cannabis son capaces de soportar temperaturas de entre 10 y 40 grados centígrados, deteniéndose el crecimiento en dichos límites. La temperatura deber mantenerse entre 17 y 30 grados siendo 24 grados la ideal. Lógicamente la temperatura desciende durante las horas de oscuridad. Con temperaturas muy altas las plantas gastan mucha de su energía en disipar el calor y las temperaturas muy bajas pueden llegar a matarlas. La marihuana es capaz de absorber una cantidad de anhídrido carbónico (CO2) del aire, en una concentración mucho mayor a la que se encuentra en la atmósfera. El aire contiene un 0.003% de CO2 y las plantas experimentan un aumento del crecimiento de casi el doble bajo concentraciones de CO2 del 0.015%. Existen sistemas a la venta para aumentar el nivel de CO2 en el cultivo. Aunque el CO2 es incoloro, inodoro y no es inflamable, puede ser peligroso rebasar los límites establecidos. De todas formas se puede lograr un gran resultado sin necesidad de tanta sofisticación. El simple aporte de aire fresco del exterior (filtrado, por supuesto) nos aportar el CO2 necesario. El aire debe ser movido mediante un ventilador en el interior del sistema, para asegurar que el aire fresco llega a todas las plantas. El sistema necesita de una entrada de aire, que puede venir del exterior mediante succión y filtrado, o desde la misma estancia donde se instale el cultivo si esta es suficientemente amplia y ventilada. Sera necesaria una salida de dicho aire mediante un extractor al exterior. Resumiendo, se precisa una entrada filtrada con o sin extractor, una salida con extractor y un ventilador en la parte superior del interior del cultivo para que dicho aire circule. Conviene que las plantas se muevan ligeramente. Los ventiladores funcionaran cuando la luz funcione, aunque se pueden programar mediante temporizadores. Desde luego así no aumentaremos el porcentaje de CO2 en el sistema, pero evitaremos que descienda. Las estufas y calentadores de gas aumentan la concentración de CO2 en el ambiente, aunque pueden causar problemas con la temperatura (debemos pensar que las lámparas darán calor). Las visitas al jardín serán agradecidas por las plantas pues nuestra respiración aumentar el nivel de anhídrido carbónico del ambiente. Las plantas desprenden olor, sobretodo en ciertas fases del proceso. Si esto pudiese ser un problema, se aconseja el uso de ionizadores de aire o, colocar filtros atin-olor en la extracción. La humedad del ambiente conviene mantenerla entre el 40 y el 60%, el uso de un termometro-higrometro con máximas y mínimas del día sería aconsejable. Las medidas del sistema dependen en parte de la potencia de la luz, aunque hemos de pensar que las plantas medirán aproximadamente un metro de alto, más la altura de la maceta, más la distancia entre la luz y las plantas y el grosor de la luz con las cadenas y anclaje, será necesaria una altura de por los menos dos metros. Si no se dispone de tanta altura se pueden forzar las plantas a floración antes de esta forma se cosechara más rápido pero menos cantidad por planta. El área aquí recomendada es de 180x60, aproximadamente 1 metro cuadrado. Si se hacen dos cultivos simultáneos, uno de crecimiento y otro de floración, este último requerirá mayor altura. Es necesario que los cultivos sean estancos a la luz, sobretodo en la fase de floración, donde interesa que durante la ``noche", la oscuridad sea total. Asimismo se aconseja que dichas paredes sean refractantes en su interior, y que el material del que están hechas colabore a crear las condiciones climáticas ideales. Forrar las paredes de porexpan (u otro aislante) nos ayudara a conservaran la temperatura del cultivo y a protegerlo del frio y el calor. Existen armarios de cultivo reúnen están condiciones y están pensados para un cultivo de interior optimo además los hay en varias medidas dependiendo del espacio que dispongáis. Podríamos decir que el sitio ideal sería un sótano pues suelen tener un clima similar durante todo el año, pero puede ser instalado en cualquier habitación, armario, altillo, etc. Es mejor que este alejado de jardines o cualquier tipo de vegetación pues puede traernos plagas muy problemáticas. La limpieza de manos y cambio de ropa no esté de más si se ha trabajado en un huerto o jardín, o si se viene del campo. Asimismo no es aconsejable introducir en el cultivo plantas provenientes del exterior o de otros cultivos. En los cultivos de interior las plantas son sometidas a un régimen de luz de un mínimo de 18 horas durante el periodo de crecimiento, aunque algunos cultivadores sostienen que durante esta fase las plantas no necesitan descanso, mientras tengan suficiente aporte de agua y luz, por lo que las someten a un régimen continuo de 24 horas de luz. La diferencia entre los dos regímenes estriba en la duración de la fase de crecimiento (horas de luz = crecimiento). Si es necesario por algún motivo tener las luces apagadas en algún momento del día, es mejor darles 18 horas de luz, nunca menos. Si no hay ningún inconveniente es mejor usar el sistema de régimen continuo (24 horas de luz), las lámparas lo agradecen, pues los sucesivos encendidos y apagados les acortan la vida. (Es conveniente esperar a una media hora si se quiere volver a encender una lámpara de alta presión tras un apagado o una desconexión). El régimen elegido a de ser constante. Podemos provocar la floración cuando lo deseemos, con el simple procedimiento de acortar el periodo diurno a 12 horas. Las 12 horas de noche forzaran a la planta a florecer, es importante que la oscuridad sea total, polución de luz en esos momentos puede evitar que los cogollos se desarrollen correctamente. (El uso de temporizadores es obligado pues los periodos deben ser exactos.) Dado que las luces no penetran con la potencia deseada mucho más de 60-80 cm a partir de la distancia de seguridad, no conviene dejar crecer vegetativamente mucho las plantas, pues durante la floración pueden llegar a doblar su tamaño y exceder las medidas que deseamos. (La marihuana en la naturaleza suele medir entre 1'5 y 3 metros según especies). De alguna manera estamos creando ``bonsáis" de marihuana a medida. Las alturas recomendadas para iniciar el proceso de floración (12 horas da/12 horas noche), las limitaremos entre un mínimo de o de 20 cm. y un máximo de 38 cm. Según la altura de nuestro sistema y la potencia de las lámparas buscaremos la altura ideal entre dichos límites para nuestras necesidades. Si cultivamos especies diferentes puede que requieran ser llevadas a floración a alturas distintas. No conviene mucho que las plantas rebasen el metro y medio, en la madurez medirán entre 60 cm. y 1 metro. Si alguna se dispara se le puede doblar la punta con un alambre o un hilo. Se puede dominar a voluntad la dirección del crecimiento de una planta. La punta contiene un inhibidor que evita que las ramas laterales superen la altura de la punta, esta dará el cogollo más grande y potente. Con el simple hecho de cortar o doblar la punta, se neutraliza ese inhibidor y las ramas laterales pugnan por ser la más alta, con lo que la planta crece más ancha y ramificada, se recomienda más doblar la planta desde casi la mitad, antes que cortarla. Las plantas que se espiguen se irán colocando en los laterales del sistema para que no hagan sombra a otras más bajas.

Cosecha del cannabis: Como cortar, manicurar, secar, curar y conservar tu marihuana

cogollo

Desde que el ser humano inventó la agricultura, la cosecha ha sido un tiempo de felicidad. El trabajo de meses se ve recompensado con los frutos de la tierra y las épocas de escasez se olvidan en la abundancia. En este mundo acelerado, lleno de coches y asfalto, los cañameros seguimos disfrutando de este acontecimiento. Cosecha tus plantas con cariño, entre volutas de humo y sin prisas, te lo agradecerán. La cosecha del cannabis es muy sencilla. En resumen consiste en cortar los cogollos y secarlos. La calidad del producto final, sin embargo, dependerá de cómo se haga este secado. Cosechar, manicurar, secar y curar son los cuatro procesos que, si se hacen bien, harán de fumar un gran placer.

COSECHAR La familiaridad con la variedad que cultivemos es la mejor regla. No todas las variedades tardan lo mismo en madurar. Una sativa como la mejicana madura más lentamente que una índica como la Northern Lights. Frente a una hierba desconocida hay que experimentar cosechando en diferentes momentos. Así al año siguiente, sabremos exactamente cuál es el momento adecuado para recolectar las plantas. En exterior, el momento óptimo para cosechar dura unas dos semanas. Cuando veas que la mitad de los pistilos tiene un color marrón o naranja, prepárate y vigila atentamente. La planta alcanza su máxima potencia cuando entre un 50 y un 90 por ciento de los estigmas o pelillos blancos de las flores han perdido el color blanco y tienen un tono marrón o naranja. Está en el punto óptimo para ser recogida. Como regla general, se puede decir que la planta cosechada con más pistilos blancos tendrá menor potencia y un colocón “mental” y alegre. Con más pistilos marrones o naranjas la hierba tendrá más THC (tetrahidrocannabinol) y el globo será “físico” y sedante. Esta regla no es, ni mucho menos, infalible y depende de cada variedad. Las sativas suelen ser estimulantes comparadas con las índicas, más relajadas y narcóticas. Durante la semana anterior a la cosecha no hay que abonar la planta. Regadla sólo con agua para lavar los restos de fertilizantes. Esta simple medida mejorará el sabor de la hierba y rascará menos la garganta. Cosechad la planta después de un día de sol, hay que evitar recoger las plantas cuando estén mojadas ya que la humedad favorece la aparición de hongos y mohos. Al cosechar se puede cortar la planta entera o ir cortando cogollos conforme vayan madurando. A gusto de cada uno. Puedes cortar los cogollos superiores primero y dejar los más bajos para que terminen de madurar.

MANICURAR Después de cortar la planta se deben quitar las hojas grandes que no tienen glándulas de resina. Hay quien corta estas hojas después de secar las plantas. Así, al secarse, las hojas grandes recubren el cogollo y lo protegen evitando que se rompan las glándulas llenas de resina. Para hacerle la manicura a tus cogollos agarra la planta por el tronco y, mientras la sostienes boca abajo, ve cortando las hojas grandes con sus peciolos o tallitos. También puedes cortar las puntas de las hojas que sobresalgan del cogollo y no tengan resina. Cuanto más limpies el cogollo, más potente será. Mientras manipulas los cogollos ten cuidado y no los manosees. Las glándulas de resina se rompen con facilidad y el THC se oxida.

SECAR El THC del cannabis fresco no “coloca”, es decir, no es psicoactivo. Para convertirse en marihuana fumable, la hierba tiene que secarse. El proceso de secado influye mucho en la calidad del producto final. Una hierba mal secada rascará la garganta y perderá potencia. Por el contrario, si el cannabis se seca lentamente, el sabor y la potencia mejorarán. El cannabis se debe secar en un lugar seco, oscuro, fresco y ventilado. Si colgamos los cogollos cogerán una forma más redondeada que si los extendemos sobre un periódico o rejilla. Si los extiendes vuélvelos cada día para que se sequen uniformemente. Dependiendo del clima el secado puede durar entre una y tres semanas. Si no quieres curar la hierba, manténla secando hasta que el tallo central se quiebre al doblarlo. Si piensas curar el cannabis, cuando el cogollo se sienta crujiente al tacto pero un poco húmedo en el centro pasa al curado. Existen rejillas de secado ideales para este proceso, el mayor peligro cuando secamos el cannabis es que aparezcan hongos. Pueden evitarse poniendo un ventilador que mueva el aire alrededor de los cogollos. Si se enmohece un cogollo sepáralo del resto para que no los contagie. Secarlo al sol directo durante al menos 24 horas debería acabar con los hongos.

CURAR Cuanto más lento sea el secado, mayor potencia y mejor sabor tendrá la hierba. El curado consigue que la hierba se seque más despacio. Una buena forma de curar es meter la hierba en cajas metálicas o de madera (no de plástico) que se abren una o dos veces al día. De este modo la hierba se acaba de secar más despacio lo que mejora su sabor y su potencia. La duración del curado depende de cuantas veces al día abras la caja y de las condiciones del clima. Vigila a diario la hierba en busca de moho. Las condiciones del curado pueden hacer aparecer hongos si no se va abriendo la caja para que se airee. Si aparecen, saca los cogollos de la caja y cuélgalos al sol.

CONSERVAR Una vez que la hierba esta bien seca (cuando el tallo se quiebra) se puede meter en botes herméticos y conservarla meses e incluso años sin perdida de potencia en un lugar fresco y oscuro. La hierba pierde potencia en contacto con la luz, el aire y el calor. Por eso hay que guardarla herméticamente, a oscuras y sin altas temperaturas.

FUMAR ...es un placer...(¿o acaso necesitáis más instrucciones? XD)

LO QUE NO SE DEBE HACER... La marihuana no se debe enterrar para que se cure. Esta técnica produce la aparición de bacterias y hongos que pueden ser peligrosos. Algunos pueden provocar infecciones respiratorias muy graves. La resina no está en el interior de la planta: colgar la planta, arrancarla con raíces o hervir estas no incrementa la potencia de la hierba. Secar el cannabis en el horno o el microondas destruye parte del THC. Si aún así os puede la impaciencia, secadla con el horno normal al mínimo (50-70ºC) dejando la puerta un poco entreabierta. No subáis más la temperatura porque se destruirá demasiado THC.

Fuente: http://portal.bitox.com/modules.php?name=News&file=article&sid=114

LA MOSCA BLANCA

La mosca blanca responde al nombre científico de Trialeurodes vaporariorum y también al nombre de Bemisa tabaci. Se le denomina mosca blanca por sus dos prominentes alas (aunque apenas vuela) y su aspecto blanquecino, no supera los 2mm de longitud. Durante el invierno se refugia adhiriéndose al envés de las hojas. Es atraída por el color amarillo y el verde claro. Se nutre de hojas tiernas y brotes de las plantas. REPRODUCCIÓN. Este insecto se reproduce depositando sus huevos en el envés de las hojas, en una cantidad aproximada de 180 a 200, de color blanco-amarillento y de tamaño casi microscópico. A simple vista se ve como unas pequeñas motas blancas. Desde que ponen los huevos hasta el nacimiento de las larvas transcurre un tiempo de 20 a 24 horas. Los huevos pasan por cuatro estados larvarios hasta convertirse en insecto completo: - Primer estado: La larva tiene un tamaño de 0.25 mm. Esta larva clava su aparato bucal en los tejidos de las plantas para nutrirse de ellos. - Segundo estado: La larva ya alcanza un tamaño aproximado de 0.4 mm y ya se puede apreciar la aparición de patas. - Tercer estado: Cuando la larva tiene un tamaño de 0.5 mm y es de aspecto transparente. - Cuarto estado: Aparecen órganos como los ojos y empieza a aumentar en grosor y tamaño. Tras estos cuatro estados larvarios la mosca blanca está hecha y es capaz de volar. La duración de este proceso larvario es de un mes. Para su total desarrollo son necesarias unas condiciones adecuadas. La larva de la mosca blanca está provista de un órgano bucal con una prolongación punzante que clava en la planta ocasionando diversos daños puesto que sustrae la savia de las plantas y desarrolla la fumagina DAÑOS. Los cultivos que se ven más afectados por este insecto son: las plantas del tomate, pimiento, pepino, judía, tabaco y por supuesto cannabis. Los daños comienzan cuando la mosca se instala en el envés de la hoja hospedante y tanto en estado adulto como larvario, comienzan a nutrirse de ella y deteriorando el crecimiento de la misma. Debido a su facilidad para desplazarse de una planta a otra, e introducir su aparato bucal, llega a transmitir enfermedades víricas incluso por su excremento, que forma una lámina pegajosa y produce el desarrollo de hongos. SOLUCION A LA MOSCA BLANCA. La solución más usada y efectiva es la pequeña mosca Encarsia formosa, apenas alcanza 1 mm de tamaño. Sus características son: color negro excepto el abdomen que es amarillento, dos alas transparentes y antenas. Se alimenta de larvas de mosca blanca y de la sustancia pegajosa y dulzona que deja en el envés de las hojas. Este parásito dispone de un aguijón que lo introduce en el interior de la larva y deposita su huevo. Transcurrido unos 15 días nacerá en vez de una mosca blanca, una parasitaria que migrará hacia las zonas donde se localicen otras larvas para parasitar de nuevo. Estos parásitos suelen venderse en cartulinas pegados pero en forma de larvas. Dependiendo de la densidad de mosca blanca que invada el cultivo, como la densidad de éste, así se necesitará más o menos cantidad de parásito depredador. Las primeras semanas suelen aplicarse en mayor número, unos 10 parásitos/m2. Encarsia requiere unas condiciones de temperatura de 25 a 27ºC y una humedad del 50 al 60%, con incidencia de luz, para llevar una actividad parasitaria más activa. Después de haber soltado las larvas parasitarias, transcurrido unos días se debe controlar si ya se han producido las primeras invasiones de la mosca Encarsia ¿Cómo se comprueba? Se debe de observar las larvas de qué color se tornan, si son oscuras ya han sido parasitadas por Encarsia formosa. Tambien existen cartulinas de color amarilo que atrae a la mosca con adesivo pegajoso que captura los insectos que se le acerquen, esta solucion a pesar de ser valida no es tan efectiva como la Encarsia formosa.

Hongos del cannabis y la marihuana

marihuana hongos

Existen varias especies de hongos que atacan frecuentemente al cannabis. Están los que afectan sólo a las raíces, otros que afectan a las hojas y otros a los cogollos. Estos se han de poder reconocer para evitar que se propaguen por toda la planta. La genética de la planta influye mucho sobre la tendencia a contraer hongos. También influye el exceso de nitrógeno en el sustrato. Botrytis. También conocido como moho gris y hongo de la podredumbre. Es el hongo más común entre los cultivadores de cannabis. Mayoritariamente afecta a los cultivos de exterior cuando la floración está avanzada y la humedad es elevada. La botrytis aparece especialmente después de las lluvias. Las variedades índicas son bastante más susceptibles que las variedades sativas, debido a que la constitución de los cogollos es más densa. Como distinguir un brote de botrytis: el tejido atacado (hojas, tallo o cogollo) se vuelve de color marrón grisáceo y pierde consistencia, las esporas son visibles, y si se toca la parte atacada se puede ver como se desprenden y flotan en el aire. La aparición de botrytis depende mucho de la humedad relativa de la zona donde se cultiva. No se conocen remedios químicos probados para prevenir o combatir la botrytis. Pero se sabe que las plantas que han recibido menos nitrógeno son las menos afectadas por la botrytis. La única táctica infalible para combatir la botrytis es plantar genéticas resistentes al hongo. Los destrozos generados por las orugas también son propensos a la botrytis, conviene mantener las orugas a raya; incluso los excrementos de las orugas se pudren con botrytis. Si el orígen de la botrytis es la humedad ambiental y/o la genética deberemos remediarlo reduciendo la humedad del ambiente en lo posible. En cultivos interior se debe aumentar la ventilación, no rociar los cogollos con agua y reducir el aporte de nitrógeno. Si se cultiva en exterior el rocío de la mañana, si se mantiene durante varias horas propicia la posibilidad de que aparezca botrytis. Si cultivamos en una zona con bastante húmeda será conveniente buscar lugares abiertos, donde corra el aire y haya muchas horas de luz para que la humedad se seque lo antes posible. En zonas secas del interior, los climas son mucho más secos y la botrytis no afecta tanto, siempre y cuando no llueva. En caso de que la botrytis esté infectando a muchas otras plantas, deberíamos cortarla. A no ser que los focos que aparecen diariamente, se puedan extraer fácilmente no merece la pena cortar. Para extraer focos de botrytis muchas veces es mejor retirar el cogollo entero que ha sido infectado, ya que la botrytis suele volver a aparecer en el cogollo si únicamente limpiamos el foco. Si la botrytis ataca a cogollos pequeños es fácil retirarlos. El problema es cuando ataca a cogollos grandes y densos, en este caso siempre es mejor cortar por lo sano y llevarse el cogollo. En caso de que los cogollos fueran atacados masivamente por la botrytis sería conveniente cortar la planta entera. Roya Es un hongo poco común, pero aparece en condiciones de poca ventilación y/o elevada humedad. Ataca las hojas, dejando manchas redondeadas de color marrón amarillento que se hacen cada vez más grandes. En su estado inicial podemos detectar infecciones de roya observando el envés de las hojas, donde aparecen manchas de color blanco. La roya ataca a las hojas, siendo difícil frenar su progreso si no se reduce la humedad del ambiente. Una vez las hojas han sido atacadas ya no se pueden salvar, la planta deberá invertir tiempo y energía en crear más hojas, retrasándose el crecimiento o la floración. Existen preparados comerciales para combatir las royas, aunque si la humedad persiste, la roya seguirá avanzando tarde o temprano. Otros hongos Existen muchos otros hongos que afectan al cannabis: fusarium, mildiu, tizón, pythium, y un largo etcétera. Muchos de ellos tienen su origen en las raíces. Si el substrato no es suficientemente esponjoso y permanece húmedo durante periodos de varios días los hongos aparecen fácilmente. Un buen remedio para frenar el avance de cualquier hongo es reducir la dosis de riegos. La falta de higiene en el cultivo también es causa de infecciones fúngicas. Puede haber esporas de algún hongo si el substrato no procede del bosque o si no está esterilizado. Si se tienen problemas con infecciones de hongos se debería probar a utilizar sustratos comerciales esterilizados.